¿Qué implica?
Leer y hablar de manera que las palabras y las ideas fluyan de manera natural y con facilidad. La persona que se expresa con fluidez no corta las palabras ni las pronuncia con una lentitud frustrante. Tampoco se tropieza en la pronunciación ni duda, como si no supiera qué decir.
¿Por qué es importante?
Si no se habla de forma fluida, el público tiende a distraerse. Además, existe el riesgo de transmitir ideas erróneas y que el mensaje no resulte convincente.
¿Te ocurre que cuando lees en voz alta tropiezas con ciertas expresiones? ¿O que cuando das un discurso no encuentras las palabras adecuadas? Esto puede indicar problemas de fluidez. Para que tu lectura y habla sean fluidas, las palabras y pensamientos deben brotar con facilidad, pero esto no significa que debas hablar constantemente, muy rápido o sin pensar. Tu forma de expresarte debe ser agradable y armoniosa.
Causas de la falta de fluidez
La falta de fluidez puede deberse a varios factores. Aquí algunos puntos a considerar:
Si careces de fluidez en tu discurso, es probable que el público pierda el hilo de tu mensaje y se distraiga, haciendo que parte de lo que dices se pierda.
Costumbres que deben evitarse
Muchas personas tienen la costumbre de insertar palabras o expresiones como «eh…», «bueno», o «este…» al principio o en medio de las frases. Tal vez no te des cuenta de la frecuencia con la que usas estas muletillas. Para comprobarlo, pídele a alguien que te escuche mientras hablas y repita cada muletilla que utilices. Podrías sorprenderte.
Algunas personas leen o hablan con numerosas regresiones, es decir, comienzan una frase, la interrumpen y repiten parte de lo ya dicho.
Cómo mejorar
Si tu problema es encontrar las palabras adecuadas, esfuérzate en ampliar tu vocabulario. Cuando encuentres términos que no conozcas en libros o artículos, búscalos en el diccionario e incorpóralos a tu léxico.
Otra sugerencia para mejorar la fluidez es leer en voz alta con regularidad. Cuando te encuentres con términos difíciles, repítelos varias veces.
Para que tu lectura sea fluida, debes entender la relación de las palabras dentro de la oración. El objetivo no es solo leer correctamente las palabras, sino también comunicar las ideas con claridad. Una vez que comprendas el flujo de ideas, practica leyendo en voz alta hasta que no tropieces en ninguna palabra ni hagas pausas innecesarias.
Luego, aumenta la velocidad de lectura. Si ya entiendes cómo se relacionan las palabras en la oración, serás capaz de abarcar más de una palabra con cada golpe de vista y prever lo que sigue.
En cuanto a la conversación, para que sea fluida, es importante pensar antes de hablar. En tu vida cotidiana, decide qué ideas quieres transmitir y en qué orden, y luego exprésalas. Evita dejar pensamientos incompletos o cambiar de idea a mitad de camino. Utiliza oraciones cortas y sencillas cuando sea necesario.
Ejercicios para mejorar la fluidez