Copy of Lección 27: Improvisar las Palabras a Partir del Bosquejo

¿Qué implica?

Preparar a fondo las ideas del discurso, pero seleccionar espontáneamente las palabras en el momento de pronunciarlo.

¿Por qué es importante?

Un discurso improvisado a partir de un bosquejo mantiene el interés del auditorio y motiva con mayor eficacia.

Es posible que hayas invertido muchas horas en la preparación de tu discurso, que el contenido sea informativo y que la exposición sea lógica y fluida. Sin embargo, si la atención del auditorio está dividida —escuchan fragmentos mientras piensan en otras cosas—, la exposición no será eficaz. Si los oyentes tienen dificultades para concentrarse en lo que estás diciendo, será menos probable que el mensaje les llegue de manera significativa.

¿Dónde está el problema?

A menudo, se debe a que el orador no deja que las palabras fluyan de manera natural. En lugar de esto, consulta las notas con demasiada frecuencia o presenta la información de manera excesivamente formal. Estos problemas suelen estar relacionados con la forma en que se prepara el discurso.

Si escribes el discurso palabra por palabra y luego intentas convertirlo en un esquema, puede ser difícil improvisar después. ¿Por qué? Porque ya has elegido las palabras exactas que planeabas usar, y aunque utilices el esquema, tenderás a recordar esas palabras escritas. El lenguaje escrito tiende a ser más formal que el hablado, y eso puede afectar la naturalidad del discurso.

En lugar de escribir el discurso en detalle, intenta lo siguiente:

  1. Selecciona el tema y los puntos principales que vas a exponer. En una disertación breve, puede ser suficiente con dos puntos principales; en una más larga, podrías tener hasta cuatro o cinco.
  2. Bajo cada punto, anota las ideas clave, los ejemplos o las citas que vas a utilizar.
  3. Piensa en una introducción adecuada. Puedes escribir una o dos frases si lo necesitas. Haz lo mismo con la conclusión.

La preparación es esencial, pero no debes memorizar las palabras. Cuando te prepares para hablar a partir del esquema, no te concentres en las palabras, sino en las ideas. Repasa los conceptos hasta que los recuerdes con facilidad. Si la estructura es clara y el desarrollo lógico, las ideas fluirán durante la exposición de forma natural.

Beneficios de improvisar las palabras

Una de las mayores ventajas de improvisar las palabras a partir de un esquema es que hablarás de forma más sencilla y natural, algo que el público generalmente aprecia. El discurso será más dinámico y, por lo tanto, más atractivo.

Además, este enfoque te permitirá mantener un contacto visual constante con el público, lo que mejora la conexión con los oyentes. Al no depender de las notas para cada frase, transmitirás confianza en el tema y parecerás más sincero, lo que aumenta la receptividad del público.

Otra ventaja es la flexibilidad. Si surge un tema relevante el día de la presentación, podrás incorporarlo de manera natural. O, si detectas que en el público hay muchos jóvenes o personas con un perfil específico, puedes ajustar las ilustraciones o ejemplos para captar su atención.

Evita los riesgos. No obstante, improvisar a partir de un esquema tiene sus riesgos. Uno de ellos es el peligro de excederse en el tiempo. Si añades demasiados detalles adicionales durante la presentación, podrías terminar fuera de tiempo. Una forma de evitarlo es incluir en el esquema una indicación del tiempo estimado para cada sección y ceñirte a ese cronograma.

Otro riesgo es el exceso de confianza, especialmente para los oradores con experiencia. Algunos oradores experimentados tienden a confiarse y no preparar con el mismo rigor. Recuerda siempre la importancia de una preparación adecuada y de ser consciente del objetivo del discurso.

Para los oradores novatos, un temor común es olvidarse de lo que querían decir. No permitas que este miedo te detenga. Si te preparas bien, las ideas estarán claras en tu mente, y las palabras fluirán con naturalidad.

Otra preocupación frecuente es usar las palabras correctas. Es cierto que el discurso improvisado no tendrá el vocabulario refinado o la precisión gramatical de uno escrito, pero su estilo espontáneo compensará estas deficiencias. Las personas son más receptivas a ideas expresadas de manera sencilla y directa.

Qué tipo de notas usar

Con el tiempo y la práctica, es posible reducir el esquema a unas pocas palabras clave para cada punto del discurso. Estas palabras pueden escribirse en una tarjeta o en una hoja para consulta rápida. Para presentaciones más sencillas, como las reuniones en equipo, es útil memorizar un esquema básico.

Sin embargo, si tienes varias presentaciones programadas, puede que necesites apuntes más detallados para refrescar la memoria. Aun así, si confías demasiado en los apuntes durante la presentación, perderás la espontaneidad que hace atractivo el discurso. Si usas notas más largas, marca claramente los puntos clave para que puedas consultarlos fácilmente.

Cuando se te pide una respuesta improvisada

En algunas ocasiones, puede que te pidan que expliques un tema sin tiempo de preparación. Puede ocurrir en una reunión o en una conversación con colegas. Si esto sucede, organiza rápidamente un esquema mental. Estos son los pasos básicos:

  1. Selecciona uno o dos puntos clave que debes incluir.
  2. Piensa en ejemplos o datos que apoyen esos puntos.
  3. Decide cómo empezar de manera efectiva para captar la atención del interlocutor.

Recuerda que la preparación previa y la experiencia en hablar de manera improvisada te permitirán dar respuestas claras y organizadas en situaciones inesperadas.

Cómo lograrlo

  • Convéncete de los beneficios de improvisar las palabras a partir de un esquema.
  • En lugar de escribir el discurso en detalle, elabora un esquema sencillo.
  • Prepara mentalmente los puntos principales. En lugar de preocuparte por las palabras exactas, céntrate en el desarrollo lógico de las ideas.

Ejercicios:

  1. Cuando te prepares para una reunión o presentación, subraya solo las ideas clave en lugar de frases completas. Expón el tema con tus propias palabras.
  2. Para tu próxima presentación, repite de memoria el tema y los puntos principales antes de usar cualquier esquema.
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