Copy of Lección 26: Desarrollo Lógico de la Información

¿Qué implica?

Organizar la información de manera que se entienda cómo las ideas se relacionan entre sí y con las conclusiones o con el objetivo que pretendes alcanzar.

¿Por qué es importante?

Cuando la información se presenta de manera lógica, el auditorio la comprende, acepta y recuerda con más facilidad.

Para organizar el contenido de una intervención de manera lógica, primero debes establecer un objetivo claro. ¿Quieres solo informar sobre un tema en particular? ¿Pretendes probar o rebatir una determinada idea? ¿Es tu propósito infundir aprecio por algo o inducir a la acción? Ya sea que estés hablando con una persona o ante un público numeroso, debes tener en cuenta lo que ya saben tus oyentes sobre el tema y cuál es su actitud al respecto. Luego organiza la información de modo que te permita alcanzar tu objetivo.

Cómo organizar la exposición

La información puede organizarse de diferentes maneras lógicas, que pueden combinarse en una misma intervención. Aquí te presento algunas opciones:

  1. Organización temática. Estructura el contenido en secciones, de forma que todas ellas contribuyan a lograr tu objetivo. Estas secciones pueden ser puntos principales importantes para comprender el tema, o diferentes argumentos que prueben o rebatan una idea. Dependiendo del público o del objetivo de la exposición, puedes añadir o eliminar puntos según sea necesario.

Un ejemplo de organización temática podría ser una presentación breve sobre la importancia de una determinada habilidad profesional. Podría incluir: 1) qué es esa habilidad, 2) por qué es relevante en el entorno profesional actual, y 3) cómo puede desarrollarse de manera efectiva.

2. Causa y efecto. Este método organiza la información mostrando las relaciones de causa y efecto. Puede ser útil cuando hablas a un auditorio que necesita comprender mejor los resultados de ciertas acciones o decisiones.

Por ejemplo, si estás explicando cómo una mala gestión del tiempo afecta la productividad, podrías primero describir la mala práctica (la causa) y luego detallar los efectos negativos que esto tiene en el desempeño y los resultados. Para hacer tu argumento más convincente, podrías contrastar los malos resultados con los beneficios de una buena gestión del tiempo.

3. Problema y solución. Este método es ideal para atraer la atención cuando comienzas con un problema que preocupa a la audiencia, y luego presentas una solución. El problema puede ser uno que planteas tú o que mencione la audiencia.

Por ejemplo, si estás hablando de cómo mejorar la comunicación en el lugar de trabajo, podrías empezar destacando problemas comunes como la falta de claridad o los malentendidos, y luego ofrecer soluciones prácticas como herramientas de comunicación más efectivas o métodos para mejorar la retroalimentación.

4. Orden cronológico. Este método es útil cuando relatas acontecimientos que deben seguir un orden temporal. Relatar los hechos en secuencia ayuda al público a comprender cómo se desarrollaron ciertas circunstancias.

Este enfoque es efectivo cuando describes, por ejemplo, la evolución de un proyecto o los pasos que llevaron a una innovación en tu sector. También puedes combinar el orden cronológico con el razonamiento de causa y efecto para hacer la exposición más robusta.

Usa solo información pertinente

Independientemente de cómo organices tu contenido, asegúrate de utilizar solo los datos que sean relevantes. El tema del discurso debe guiarte en la selección de la información. Considera también quiénes son tus oyentes. Un punto determinado puede ser fundamental para un público específico, pero superfluo para otro.

Durante la investigación, es posible que encuentres muchos puntos interesantes relacionados con el tema. ¿Cuántos de ellos deberías usar? Si bombardeas a la audiencia con demasiados detalles, podrías perder su atención. Es más fácil recordar unas pocas ideas principales bien desarrolladas que una multitud de detalles presentados de manera apresurada.

Para pasar de un punto a otro, no lo hagas de manera tan abrupta que el auditorio pierda el hilo de la argumentación. Para conectar bien las ideas, es útil tender un puente entre ellas mediante frases o expresiones que muestren la relación entre los conceptos. En muchos idiomas, se pueden utilizar simples palabras de transición que faciliten este enlace entre ideas.

Preguntas que debes hacerte:

  • ¿Cuál es mi objetivo?
  • ¿Está cada punto principal claramente relacionado con ese objetivo?
  • ¿He tenido en cuenta las necesidades del auditorio al seleccionar la información?
  • ¿He preparado el contenido de manera que ayude a los oyentes a pasar de una idea a otra sin dificultades?

Ejercicio práctico:

Después de leer esta lección, repasa cada párrafo y extrae la idea fundamental de cada uno. Observa cómo cada párrafo contribuye a lograr el objetivo de toda la lección.

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